plato de pasta con salsa blanca casera

Receta argentina de Salsa Blanca con harina leudante: Fácil y deliciosa en minutos

Si eres amante de la cocina y te gusta experimentar con diferentes sabores y texturas, seguramente has oído hablar de la salsa blanca. Esta deliciosa salsa de origen francés se ha convertido en un elemento básico en la cocina argentina y es muy popular en todo el país. Desde acompañar pastas y gratinados hasta formar parte de lasañas y croquetas, la salsa blanca es versátil y puede darle un toque especial a cualquier plato.

¿Qué es la salsa blanca?

La salsa blanca, también conocida como bechamel, es una salsa espesa y cremosa hecha con harina, mantequilla y leche. Su nombre proviene de su color blanco característico, que se obtiene al combinar los ingredientes mencionados. La textura suave y sedosa de la salsa blanca la hace perfecta para combinar con diferentes tipos de alimentos.

¿Por qué es tan popular en Argentina?

La salsa blanca se ha vuelto extremadamente popular en Argentina debido a su versatilidad y sabor delicioso. Es un ingrediente clave en muchos platos tradicionales argentinos, como pastas, lasañas y gratinados. La salsa blanca agrega una cremosidad y suavidad extra a estos platos, lo que los convierte en opciones reconfortantes y deliciosas.

Ingredientes

Para hacer la salsa blanca argentina, necesitarás los siguientes ingredientes:

  • 2 cucharadas de harina leudante
  • 2 cucharadas de mantequilla
  • 2 tazas de leche
  • Sal y pimienta al gusto

Preparación

A continuación, te explicamos paso a paso cómo hacer la salsa blanca:

Paso 1: Derretir la mantequilla

En una olla a fuego medio, derrite la mantequilla hasta que esté completamente líquida.

Paso 2: Agregar la harina leudante

Añade la harina leudante a la mantequilla derretida y revuelve constantemente con un batidor de mano para evitar que se formen grumos. Cocina esta mezcla durante 1 minuto para que la harina se cocine un poco.

Paso 3: Incorporar la leche

Poco a poco, agrega la leche a la mezcla de mantequilla y harina, revolviendo constantemente para evitar que se formen grumos. Continúa cocinando a fuego medio hasta que la salsa comience a espesar.

Paso 4: Cocinar a fuego lento

Una vez que la salsa haya espesado un poco, reduce el fuego a bajo y continúa cocinando durante unos minutos más, revolviendo constantemente, hasta que adquiera una consistencia cremosa y suave.

Paso 5: Condimentar con sal y pimienta

Finalmente, condimenta la salsa blanca con sal y pimienta al gusto. Prueba la salsa y ajusta la cantidad de sal y pimienta según tus preferencias.

Variantes y consejos

La salsa blanca básica es deliciosa por sí sola, pero también puedes experimentar con diferentes variaciones para agregarle más sabor. Aquí tienes algunas ideas:

Salsa blanca con queso

Si te gusta el queso, puedes agregar queso rallado a la salsa blanca mientras la estás cocinando. Esto le dará un sabor extra de queso y hará que la salsa sea aún más cremosa y sabrosa.

Salsa blanca con cebolla

Si quieres darle un toque de sabor extra a tu salsa blanca, puedes agregar cebolla finamente picada. Simplemente saltea la cebolla en la mantequilla antes de agregar la harina y continúa siguiendo los pasos de la receta.

Consejos para espesar la salsa

Si deseas una salsa blanca más espesa, puedes aumentar la cantidad de harina que utilizas. Por otro lado, si prefieres una salsa más ligera, puedes reducir la cantidad de harina o aumentar la cantidad de leche. Recuerda ajustar los demás ingredientes proporcionalmente.

Usos de la salsa blanca

La salsa blanca es extremadamente versátil y se puede utilizar de muchas formas diferentes en la cocina. Aquí hay algunos ejemplos de cómo puedes incorporarla en tus platos:

En pastas

La salsa blanca es el acompañamiento perfecto para cualquier tipo de pasta. Puedes mezclarla con fideos cocidos y agregar tus ingredientes favoritos, como pollo, jamón, espinacas o champiñones, para crear deliciosos platos de pasta al horno.

En gratinados

La salsa blanca es esencial para hacer gratinados cremosos y deliciosos. Simplemente cubre tus verduras favoritas, como papas, coliflor o brócoli, con la salsa blanca y queso rallado, y hornea hasta que estén doradas y burbujeantes.

En lasañas

La salsa blanca es un ingrediente clave en las lasañas. Alterna capas de pasta, salsa de tomate y salsa blanca, y agrega tu relleno favorito, como carne molida, verduras o pollo. Hornea hasta que la lasaña esté caliente y dorada.

En croquetas

La salsa blanca también se puede utilizar como base para hacer croquetas cremosas y suaves. Simplemente mezcla la salsa blanca con pollo, pescado o verduras cocidas, forma las croquetas y fríelas hasta que estén doradas y crujientes.

Preguntas frecuentes

¿Puedo hacer la salsa blanca con harina normal?

Sí, puedes hacer la salsa blanca con harina normal en lugar de harina leudante. Sin embargo, ten en cuenta que la harina leudante le dará a la salsa un poco más de cuerpo y ayudará a espesarla más fácilmente.

¿Puedo utilizar leche vegetal en vez de leche de vaca?

Sí, puedes utilizar leche vegetal, como leche de almendras o leche de soja, en lugar de leche de vaca. Sin embargo, ten en cuenta que el sabor y la textura de la salsa pueden variar ligeramente.

¿Se puede congelar la salsa blanca?

Sí, puedes congelar la salsa blanca. Deja que la salsa se enfríe por completo y luego transfiérela a recipientes aptos para congelador. Puedes almacenarla en el congelador durante aproximadamente 3 meses. Para descongelarla, simplemente colócala en el refrigerador durante la noche y luego caliéntala suavemente en una olla a fuego bajo.

¿Cuánto tiempo se conserva en el refrigerador?

La salsa blanca se puede almacenar en el refrigerador en un recipiente hermético durante aproximadamente 3-4 días. Asegúrate de que esté bien refrigerada y no haya indicios de deterioro antes de consumirla.

Conclusión

La salsa blanca es un elemento básico en la cocina argentina y puede darle un toque especial a muchos platos. Ya sea que la uses para acompañar pastas, gratinados, lasañas o croquetas, esta salsa cremosa y deliciosa seguramente te conquistará. Experimenta con diferentes variaciones y disfruta de todos los sabores que la salsa blanca tiene para ofrecer. ¡No dudes en revisar nuestras otras publicaciones para más recetas y consejos de cocina!

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