Recetas argentinas: Salsa blanca fácil y deliciosa con harina leudante
Si eres amante de la cocina y te gusta explorar diferentes sabores y texturas, seguramente has oído hablar de la salsa blanca. Esta salsa cremosa y versátil es un elemento básico en la cocina argentina y se utiliza en una amplia variedad de platos, desde pastas hasta gratinados. En este artículo, te enseñaremos cómo hacer una deliciosa salsa blanca con harina leudante, que le dará un toque especial a tus comidas.
¿Qué es una salsa blanca?
La salsa blanca, también conocida como bechamel, es una salsa cremosa hecha a base de harina, leche y mantequilla. Su nombre se debe al color blanco que adquiere cuando se cocina correctamente. Esta salsa es muy versátil y se utiliza como base para muchas otras salsas, como la salsa de queso o la salsa de champiñones. Además, se puede utilizar como relleno para pasteles salados o como cobertura para gratinar.
¿Por qué utilizar harina leudante?
La harina leudante es un tipo de harina que contiene levadura en polvo, lo que le da a la salsa blanca una textura más ligera y esponjosa. Al utilizar harina leudante en lugar de harina común, la salsa adquiere un aspecto más suave y un sabor más delicado. Además, la levadura en polvo ayuda a evitar que la salsa se vuelva grumosa al cocinarla.
Ingredientes
- 50 gramos de manteca
- 50 gramos de harina leudante
- 500 ml de leche entera
- Sal y pimienta al gusto
Preparación
Paso 1: Derretir la manteca
En una cacerola a fuego medio, derrite la manteca hasta que esté completamente líquida.
Paso 2: Agregar la harina leudante
Añade la harina leudante a la cacerola y mezcla bien con la manteca derretida. Continúa revolviendo durante unos minutos hasta que la harina esté bien incorporada y haya formado una pasta espesa.
Paso 3: Incorporar la leche
Poco a poco, vierte la leche en la cacerola, mientras continúas revolviendo constantemente. Esto ayudará a evitar la formación de grumos. Asegúrate de agregar la leche gradualmente para que la salsa no se vuelva demasiado líquida.
Paso 4: Cocinar a fuego lento
Reduce el fuego a bajo y continúa cocinando la salsa blanca, revolviendo constantemente, hasta que espese y alcance la consistencia deseada. Esto puede tomar alrededor de 5-10 minutos. Si la salsa se espesa demasiado, puedes agregar un poco más de leche para ajustar la consistencia.
Variaciones de la receta
Salsa blanca con queso
Si quieres darle un toque extra de sabor a tu salsa blanca, puedes agregar queso rallado al final de la cocción. Añade aproximadamente 100 gramos de queso rallado de tu elección y mezcla hasta que se derrita por completo. Esto le dará a la salsa un sabor delicioso y cremoso que combinará perfectamente con platos de pasta o gratinados.
Salsa blanca con hierbas
Si te gusta experimentar con diferentes sabores, puedes agregar hierbas frescas o secas a tu salsa blanca. Al final de la cocción, añade una cucharada de hierbas picadas, como perejil, albahaca o tomillo, y mezcla bien. Esto le dará a la salsa un toque aromático y fresco que complementará platos de pollo, pescado o verduras.
Salsa blanca con champiñones
Si te gustan los champiñones, puedes agregarlos a tu salsa blanca para darle un sabor terroso y delicioso. Antes de comenzar la preparación de la salsa, saltea 200 gramos de champiñones en una sartén con un poco de aceite de oliva hasta que estén dorados. Luego, añade los champiñones salteados a la salsa blanca y mezcla bien. Esta variación es perfecta para acompañar platos de carne, pasta o arroz.
Consejos y trucos
Cómo evitar que la salsa quede grumosa
Para evitar que la salsa blanca quede grumosa, es importante mezclar bien la harina con la manteca antes de agregar la leche. Esto ayudará a que la harina se distribuya de manera uniforme y se disuelva correctamente. Además, asegúrate de agregar la leche gradualmente y revolver constantemente para evitar la formación de grumos.
Cómo espesar la salsa si queda muy líquida
Si después de cocinar la salsa blanca, esta queda demasiado líquida, puedes espesarla agregando un poco más de harina. En un recipiente aparte, disuelve una cucharada de harina en un poco de leche fría y luego añade esta mezcla a la salsa. Cocina a fuego lento durante unos minutos más, revolviendo constantemente, hasta que la salsa espese.
Preguntas frecuentes
¿Puedo hacer la salsa blanca con harina normal en lugar de harina leudante?
Sí, puedes utilizar harina normal en lugar de harina leudante, pero ten en cuenta que la textura de la salsa puede cambiar. La harina leudante ayuda a que la salsa sea más ligera y esponjosa, mientras que la harina normal puede hacer que la salsa sea más densa. Si decides utilizar harina normal, puedes agregar una pizca de levadura en polvo para obtener un resultado similar.
¿Puedo usar leche descremada en lugar de leche entera?
Sí, puedes utilizar leche descremada en lugar de leche entera, pero ten en cuenta que la salsa puede quedar menos cremosa y con menos sabor. La leche entera contiene más grasa, lo que le da a la salsa una textura más rica y un sabor más pronunciado. Si decides utilizar leche descremada, puedes agregar un poco más de mantequilla para compensar la falta de grasa.
¿Cuánto tiempo se puede conservar la salsa en la nevera?
La salsa blanca se puede conservar en la nevera durante aproximadamente 3-4 días en un recipiente hermético. Sin embargo, ten en cuenta que la textura de la salsa puede cambiar después de refrigerarla, ya que puede espesarse. Si esto sucede, puedes agregar un poco de leche al momento de calentarla para ajustar la consistencia.
¿Se puede congelar la salsa blanca?
Sí, puedes congelar la salsa blanca para usarla más tarde. Para hacerlo, asegúrate de dejar que la salsa se enfríe por completo antes de transferirla a un recipiente apto para congelador. Si la salsa es demasiado espesa, puedes agregar un poco de leche antes de congelarla para evitar que se vuelva grumosa. La salsa se puede conservar en el congelador hasta por 3 meses. Para descongelarla, simplemente colócala en la nevera durante la noche y luego caliéntala suavemente en una cacerola hasta que esté completamente caliente.
Conclusión
La salsa blanca es una deliciosa adición a cualquier plato y es muy fácil de hacer con harina leudante. Puedes experimentar con diferentes variaciones, como agregar queso, hierbas o champiñones, para darle un toque único. Recuerda seguir los consejos y trucos mencionados para obtener una salsa blanca suave y sin grumos. ¡Esperamos que disfrutes de esta receta y la agregues a tu repertorio culinario!
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